jueves, 30 de septiembre de 2010

Fragmento del segundo mail general

No sé qué pasa que me encuentro todas las movidas y los tíos chungos de Columbus. Hace dos semanas, compré mi cama y me la traeron al día siguiente. Me habían dicho a partir de las 6 y yo estaba felicianamente comprando en el supermercado Kroger, un super muy chungo que hay cerca de mi casa, colindando con lo que llaman el guetto, que es el barrio chunguillo de los negros. Pero no preocuparse porque no pasa nada, siempre hay policiía, jajjajajja, bueno, pues estaba yo en el que ya llamamos el Dangerkroger y me llama el delivery guy, el transportista, y que estaba en la puerta de mi casa, y yo pallá corriendo, un calor, unos sudores. En fin, que llego y le tengo que dar el dinero del reparto, 39 dólares y que no tengo cash, yo yo me caweeeen. Total, que no acepta cheques, el cajero está a tomar por culo y yo llamo a mia miga Karen por si estaba en casa y me prestara dinero, pero estaba lejos. Vamos, que uno d elos tíos (eran dos) me dice que hast uqe no le dé el dinero no me pueden netrar la cama a casa, y que ya me lleva él al ATM (cajero), y este tío es un chungo con mil tatuajes, los dientes podridos, la voz de absenta y una camioneta que se caía de mierda, a trozos.

Pero ahí que me meto en la camioneta y me lleva al cajero, saco dinero... bueno, un tío al que no os gustaría tener a la salida de un cajero. Y me vuelvo a subir al coche, y él estaba hablando por el móvil, aquí se puede y no te meten en la cárcel, y se estaba quejando de que él no tenía la culpa o algo así. Y cuelga y me cuenta que trabaja con su cuñao y que esa era su hermana, que su cuñao es un capullo y yo "that sucks!" (vaya mierda). Vamos que me hice amiga, porque pensé: así no me atraca. Llevaba una serpiente tatuada en el cuello! y nada, todo salió bien, felizmente

domingo, 26 de septiembre de 2010

América

Que cómo es América.
No me ha dado tiempo aún de solventar
El enorme socavón que me abre el charco
De tierra a tierra lejana.
Me he acostumbrado al calor de los días
Tan parecidos al otro lado del mundo,
Tan hemisférica esta similitud de lumbres,
Tan lares ambos una vez cruzas la carretera,
Una vez encuentras el espacio que te queda
Entre un sueño y un punto del mapamundi.

Que cómo es América.
Donde encarar la realidad de tu país,
Donde mirarse en un espejo de omaigods,
Donde entender la relatividad de lo más grave,
Donde reír el tiempo eterno que nos queda,
Donde esperar que se abra el cielo igual que el mar,
Donde aguardar que mis seis horas de ventaja
Retrasen un poco mi entrada en el infierno,
Que las rutas que llevan a los fuegos
Pasan todas por América, sin duda.

Que cómo es América.
Mi trova me recuerda que esta paz
Es el pacto de dolor lejos de casa,
Pero siento así brotar del corazón
Esquejes nuevos por comprender todo,
Por haber entendido que esta soledad
No es nociva sino un germinar
De todo aquello que se había muerto,
Todo lo fallecido prematuro,
Todo el miedo que se gesta en cobardía.

América es donde se cuece, sempiterna
Mi claridad de ideas, sencillez.
Todo es tan facilongo y todo es grande.
Tan recorribles son las millas en América,
Tan llenas de amigos las confusas yardas
Tan agradecido el aire fresco de mi patria,
Tan nueva la cara ilusa del que escucha bulerías,
Tan romántica la mirada del que aprende picaresca,
Tan pasional el alma de esta gente americana
Que percibe despacito
De qué va esto de vivir en mi mestiza España.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cuando dios hizo el edén, ¿pensó en américa?

América es mucho más grande
De lo que nunca imaginé.

Es una lonely planet sin traducir,
Interferencias telefónicas,
La barrera cerrada del sonido,
Gigantismos inventados
Para no sentirse poco,
Para no sentirse faltos,
Con hambre o deshidratados.

América es tan enorme
Que me come desde adentro,
Con sus titánicas roads,
Con rayas irregulares,
Sin pasos de cebra rectos,
Con sus cielos despejados,
Surcados por tanta freedom.

Y tanta freedom es poca
Cuando estás lejos casa,
Y te alquitrana las tripas,
Una urgencia de llamadas,
Una nostalgia infinita,
Un ir y venir de horas,
Una falsa juventud.

Los pasillos de la carne,
De esta América profunda,
Son como los recovecos
De una sangre coagulada,
En inmensos bandejones,
Te descuartelan el alma
Y te pudren la nevera.

Y es América tan grande
Que no me cabe en los ojos,
Un planeta inexpugnable
De mil baobabs plagado,
Billetes de monopoly
De valor incalculado,
De desprecio incalculable.

América es mucho más grande
De lo que nunca imaginé.

Es un país de estulticias,
Sabiduría también,
Cosmopolita y tangible,
Martinis de cuatro pavos,
Falsas tapas de paella,
Salad dressings a mansalva
Escasez de oro de oliva.

Y a medida que me adentro
En este crossroads de América,
Me pregunto enloquecida
Si alguna vez, madrecita,
Dejaré con tanta gana
De desear sin licencia
Barcelonarme de nuevo.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Mis días en América

Nazarenos y baptistas,
En este crossroads de América,
Potlags de potajibles discernibles,
Picante, spicy, chile y cilantrismo,
Ombliguismo, poderío, whitecentrismo,
Coladas en lugares pestilentes,
No he visto unos nenúfares tan grandes
Ni en mil siglos de siglos, expectantes
Las ranas principescas de mi vida
No se los saltarían,
Y de bruces caerían con la frente reventada.

América es un nenúfar que se erige desde tan abajo
Que el tallo de América es inenarrable,
Inencontrable,
Espiga intravenosa por la que se han alimentado
Tantos,
Tantos años,
Tantos milenios,
El tallo de América es intrepanable,
Incercenable.

La incercenabilidad de este nenúfar
Desbanca a los sapiáceos más pintados,
Que estiran sus lenguas en busca de más moscas más nutridas.

Desde mi balconcillo de ultraesteta
Desde esta calle king, barcelonada,
Esta avenida absorta en cambalache,
Me sonrío desde adentro y me pregunto
Si se hundirá mi blanco pie en este pantano.