miércoles, 6 de octubre de 2010

Restroom power

En los baños regalan compresas. Van en cajitas de cartón azules y lo primero que se me ocurrió al verlas fue: compresas gratis. Podría llevarme algunas... pero postergué hasta el momento de necesidad absoluta, que llegó hoy. Esas compresas no se las podría poner ni tu abuela. Son inmensos paquetes pañálicos con infinitas e industriales cantidades de algodón, sin aerodinamismo alguno y de cuatro dedos de alto, como las que usaba mi madre allá por los años ochenta, con el dibujo de la mujer de rodillas blanca, recortada sobre el fondo azul celeste. Si no fuera porque más que celestiales, eran un infierno.

Ahora entiendo por qué las han hecho así: para que no e las lleves a casa a puñaos. Si no dan dólares a 3 cuartos.

3 comentarios:

  1. Jajjaja... qué buena anécdota, me he reído con la descripción de las compresas... y qué tal te sientes llevando una?

    Bsos, Marc

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  2. A ver si al final va a ser que América es la tierra de la libertad en todo menos en el tema compresil!XD
    Con lo libre y fresca que te sientes llevando una compresa de las de por aquí! que a lo mejor te las cobran a precio de lujo, pero oye, te hacen sentir la alegría de ser mujer, cuestionarte a qué huelen las cosas e incluso te dan alas, como ésa bebida que sabe a jarabe!!! XPPP
    Nada, que si las echas de menos te mando un paquetito, saldrá barato, total llegan volando!;) A ver si así le enseñas al Obama ése lo que es la libertad en "toda regla"!:P

    Laia

    P.D: no me hagas mucho caso, es que ya es mu tarde y debería estar durmiendo...

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